Declaración de artista

Vivo y trabajo en Bigues i Riells (Barcelona).

Crecí rodeada de bosque y paisaje de montaña y tenía una gran cautivación por la experiencia de crear con mis propias manos. Con los años ha derivado a sentir una profunda admiración y respeto por la Naturaleza y con el estudio de Diseño, Arte y Pintura.

Mi trabajo se basa principalmente en traspasar la vibración de armonía en mis piezas de arte para así transmitir al espacio y al espectador una sensación de calma, equilibrio y serenidad.

Buscando la belleza en la imperfección y la profundidad en lo terrenal, resaltando la pureza, la esencia y la autenticidad por encima de todo.
Inspirada por la Naturaleza, su belleza y su energía.

Mis obras quieren conectar siempre con esto. Creo que todo y todos somos energía en constante evolución y transformación. Para mi rodearnos de alta vibración como la que contiene la naturaleza nos ayuda a sanar, estar en equilibrio y armonía. Eso es lo que pretendo cuando creo mis obras. Impregnarlas de esa vibración pura proveniente de la Tierra y de la Naturaleza. Es una manera de volver a conectar con nuestra esencia más pura e innata. Al final todos somos naturaleza y necesitamos conectarnos a ella para estar en nuestro equilibrio energético. Y así encontrar también el equilibrio y armonía en nuestro estado físico, mental, emocional y espiritual.

Durante el proceso de trabajo, me siento un canal que traspasa esa energía (la de las Piedras, la de la Tierra, la de la Naturaleza) al soporte.
En la fase de traspaso y creación del trabajo, se dan dos energías opuestas pero complementarias e interconectadas. Primero aparece la energía Yin o femenina, vinculada a lo interior, la intuición, la creatividad y la oscuridad. Y después, la energía Yang o masculina, vinculada al calor, la activación y la luz.

Inspirada en la técnica del Gyotaku (metodología japonesa de mediados del 1.800 en la que se calcaban peces reales al papel de arroz con tinta) he perfeccionado a lo largo de los años una metodología propia que me permite traspasar al papel la forma y la textura real de la piedra con toda su esencia vibracional.

La obra final es una mezcla de pintura y gravado con un toque escultórico pues el papel coge el relieve y textura real de la piedra original trabajada.

Mi obra conduce a una estética minimalista que busca un equilibrio de atractivo visual influenciado por el Wabi-Sabi. Esta corriente japonesa que infunde en su obra una fascinación por el concepto de belleza basado en la irregularidad y la impermanencia.
Es aquí cuando pretendo que mi obra contenga estas partes más efímeras conectadas con la naturaleza. Que abrace la transformación constante igual que cambian las estaciones, corren las aguas, se mueven las tierras, erupcionan los volcanes o sopla el viento creando movimiento.

Me fascina la combinación de estados de tranquilidad y delicadeza, pero también su fuerza y capacidad de adaptación a la vida encontrando siempre el equilibrio y armonía del estado natural.

En mis obras, trabajo con pigmentos minerales naturales que yo misma recolecto en las zonas de montaña que camino por puro placer y conexión. Fabrico las pinturas libres de tóxicos y las utilizo para dar el color que nos ofrece la tierra. Por lo que siempre utilizo colores naturales y neutros que podemos encontrar en la naturaleza. Combinado con toques de grafito.

El color es el acompañamiento idóneo para la textura y la esencia de la piedra, que es en realidad la parte más importante y destacable del trabajo. 

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